Cómo escuchar al Espíritu Santo

Mi experiencia personal.

Confía en la voz del Espíritu Santo

A menudo nos encontramos llenas de dudas, respecto a la vida, Dios o nosotras mismas.
No es fácil aclararlas por nosotras mismas, pero afortunadamente hay una voz sembrada en nuestros corazones que siempre nos guía.
Hoy quise dedicar estos minutos a ella, para agradecerle que me ha ayudado desde siempre. Se trata del Espíritu Santo. No se sabe exactamente lo que es. En algunas religiones dicen que es un poder, una energía. En otras se dice que es una tercera "persona", un tercer Dios, que está junto a Dios Padre y Dios hijo. Algunos creen que es el mismo Dios. Otros creen que se trata del alma. 
Lo que yo creo, es que se trata de esa voz interna que todos los seres humanos tenemos desde que nacemos. Pero mucho más poderosa que el alma misma. Pero sin entrar en tantos detalles filosóficos, estoy segura que es una poderosa guía para hacer el bien.

Les contaré un poco mi historia.
Yo siempre tenía un sentimiento y necesidad de buscar a Dios. Me uní a varias iglesias, incluso investigué en varias religiones. Pero siempre estaba en mí esa duda de acercarme a Dios. AL final no encontré ninguna religión o iglesia donde me sintiera realmente feliz. Mis padres son católicos. Pero hubo varias razones por las que no me sentía feliz en la iglesia católica. La principal fue por que toda la comunidad católica, a excepción de unos cuántos, estaban ahí por obligación, pero no por pasión o adoración. Dios merece nuestro máximo amor y adoración. Es muy triste estar en una iglesia con gente durmiendo o jugando en sus celulares. Lo que me entristeció aún más, fue la forma en que se trataban unos a otros. Nunca olvidaré como un sacerdote llamó la atención de un humilde hombre que ofrecía su vida al servicio de aquella iglesia. Ese hombre olvidó algo en plena eucaristía. Pero el sacerdote le grito, por que para él era inaceptable olvidar eso en la misa. Todos vimos eso y fue muy triste. "Amaréis los unos a los otros", enseña Cristo. Dejar de seguir sus enseñanzas en la casa de Dios, fue para mí muy triste. Por eso poco a poco me aleje de la iglesia católica. 




Fue así que comencé a acercarme a otras religiones, porque aún, una voz en mí me decía que debía encontrar el camino a Dios.
Durante ese proceso tuve muchísimas tentaciones. Terribles en verdad. Pero no puedes negar que tú sabes perfectamente lo que está bien y lo que está mal. Y nadie te lo tiene qué decir. 
Es verdad que algo te dice cuando estás a punto de hacer algo mal. Tu corazón comienza a latir fuerte, y probablemente te pongas nerviosa o preocupada. Algo muy interno en tu ser te dice "no, qué tal si está mal", o "mejor no". Depende de una si lo hace o no. Algunas dirán que es el sexto sentido. Yo creo que no es lo mismo. El sexto sentido es cuando te das cuenta de algo no va bien, como cuando tu pareja te está engañando, o cuando sabes que tus padres no se están llevando bien. El sexto sentido es cuando te preocupas porque alguien no ha llegado a casa, o que estás casi segura que va a llover, y llueve. Pero yo creo que el espíritu Santo es aquél que te hace diferenciar del bien y el mal. El espíritu maligno también existe. Es el que nos hace confundir y entonces llegas a creer que ciertas cosas que vas a hacer "no están tan mal". Por ejemplo cuando te ofrecen un trabajo fuera de la ley por mucho dinero; el espíritu Santo te dice "esto no está bien, te puedes meter en problemas" y el espíritu maligno te dice "es mucho dinero, quizá no sea tan malo". 
Muchos lo han interpretado con un demonio pequeño en el hombro izquierdo y un ángel pequeño en el hombro derecho. 


No creo que sea la conciencia, es algo más subconsciente. Pero seguro que tiene que ver con las tentaciones y el camino correcto.
El cien por ciento de las tentaciones que se han presentado en mi vida, el Espíritu Santo me ha advertido. De las ocasiones que no hice caso y cedí, siempre, sin excepción, me fue mal y me hicieron infeliz. El Esprítu Santo nunca te orientará a hacer cosas equivocadas. El Espíritu Santo siempre te animará a hablar con Dios, incluso si no eres creyente. La misión del espíritu Santo es cuidar de nuestras almas y regresarlas a nuestro creador Dios. Depende de ti si lo escuchas o no. Siempre que tengas una duda, pregúntale al espíritu Santo. Te susurrará la respuesta correcta. 



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